La soja es un ingrediente natural utilizado como base de la cultura vegana, ideal por su proteína y su total falta de grasa. Un ingrediente saludable que, según un estudio científico, comprometería la fertilidad masculina provocando hiposexualidad. Si bien esta leguminosa siempre ha sido considerada una de las mejores , para la nutrición y el control , este último descubrimiento ha desconcertado a los directamente afectados.
La soja y la fertilidad masculina: los detalles
La soja es un ingrediente natural que siempre se ha utilizado en la cocina asiática por sus grandes beneficios y por la falta de grasas. Luego adoptado en otras partes del mundo, especialmente para quienes siguen una dieta vegana, continuando la tradición de este ingrediente rico en particularidades.
Pese a todo, una investigación realizada por la Escuela de Salud Pública de Harvard ha definido que un hombre que consume soja habitualmente experimenta grandes problemas de infertilidad e hiposexualidad (con bajas concentraciones de espermatozoides). Pero no es la única investigación que hubiera definido este resultado, de hecho en 2011 se analizó a un niño vegano que tomó la legumbre en cantidades superiores a la media y posteriormente encontró disfunción eréctil e hiposexualidad , con un nivel de testosterona muy bajo.
Según una dietista llamada Nichola Ludlam Reine, los estudios se realizaron erróneamente -aparte del caso de 2011- directamente en animales, dándoles una cantidad altísima de soja imposible de igualar en términos humanos y por tanto observar una disminución de testosterona animal como la humana.
Estas inconsistencias han llevado a las distintas universidades a solicitar la posibilidad de poder testear a diferentes hombres, divididos en grupos donde una parte con consumo neto de soja y la otra con consumo nulo de la misma leguminosa, con el fin de poder evaluar – después al menos dos meses: niveles de testosterona y calidad del esperma. Según algunos investigadores, de hecho, el problema básico es que quienes adoptan una dieta vegana ingieran ciertos alimentos cuyo cuerpo nunca se ha acostumbrado a asimilar, que contienen determinadas enzimas que podrían comprometer los espermatozoides y el normal funcionamiento del aparato sexual masculino.
El estudio en mujeres no arrojó el mismo resultado y no existe correlación entre la infertilidad femenina y la soja; por esta razón, el análisis en profundidad se debe a un control exhaustivo de la particularidad de la soja y sobre qué elemento específico hace que los espermatozoides «mueran».
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